España es un país maravilloso con un rico patrimonio arquitectónico e histórico.
En la Costa Brava no faltan lugares y pueblos ideales para pasar un fin de semana o una escapada en plena tranquilidad.
Con sus casas típicas y sus servicios de bajo coste, los pueblos de la Costa Brava atraen cada vez a más turistas, y también a los lugareños.
Cataluña está llena de pequeñas pepitas que aún son relativamente desconocidas para los turistas, pero estos tesoros nunca permanecen ocultos durante mucho tiempo.
Éstos son los 5 pueblos más bonitos de la Costa Brava.
Sitges por sus playas y su sol
Situado a 35 km al sur de Barcelona, este pueblo goza de un clima único, con veranos e inviernos muy suaves y 300 días de sol al año.
Y el paisaje es tan variado que se puede disfrutar de un amplio abanico de actividades, como paseos y excursiones (playa, parque natural del Garraf), deportes acuáticos, vida nocturna en los bares musicales y teatros, etc.
El pueblo medieval de Peratallada
Es un bonito pueblo medieval de la Costa Brava.
Este pueblo se distingue de los demás por sus murallas medievales muy bien conservadas y sus elaboradas estructuras arquitectónicas, como arcos, pozos y casas.
Peratallada atrae cada vez a más visitantes por su carácter rural y porque se ha mantenido fiel a sus orígenes arquitectónicos.
Besalú, pueblo histórico y artístico
Situado en la comarca de la Garrotxa, el pueblo de Besalú es hoy Patrimonio Histórico-Artístico Nacional.
Es una ciudad medieval con una gran riqueza de edificios, entre los que destacan la Curia Real, las iglesias de Sant Pere y Santa Maria y el hospital de Sant Julià.
Besalú también es famoso por su impresionante puente medieval que une el pueblo con el mundo exterior.
Bossost, un pueblo de montaña catalán
Situado en la región conocida como Val d'Aran, Bossost está atravesado por el Garona y ofrece un paisaje de postal.
Situado a 924 metros de altitud, Bossosts es un típico pueblo de montaña catalán.
No olvide visitar su iglesia parroquial del siglo XII, pasear por las ruinas del castillo o recorrer los senderos que atraviesan las ermitas y bosques cercanos al pueblo.
Rupit, un viaje en el tiempo
Si quiere descubrir el pueblo de Rupit, tendrá la sensación de entrar en un belén viviente, ya que esta pequeña localidad catalana está repleta de antiguas casas de piedra con tejados rojos, todas ellas dispuestas en estrechas callejuelas.
Un hermoso río atraviesa Rupit bajo un puente colgante, lo que aumenta la impresión de viajar a un pueblo olvidado por el tiempo.
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