Todo el mundo ha oído hablar de la Costa Brava como destino ideal para las vacaciones de verano. Pero ¿sabía que esta región también es un lugar estupendo para alojarse e incluso vivir durante todo el invierno?
Por supuesto, las actividades no son las mismas que en verano, pero el encanto de la Costa Brava le hará olvidar rápidamente la playa, ofreciéndole alternativas igual de interesantes y relajantes.
Aquí tiene 6 razones para aprovechar el invierno para descubrir la Costa Brava.
1. El tiempo en la Costa Brava en invierno
Al contrario de lo que se pueda pensar, el clima de la Costa Brava sigue siendo suave en invierno. Al estar la región protegida por la tierra, las montañas y el mar Mediterráneo, el invierno en la Costa Brava no es ni de lejos tan frío como en Madrid o el norte del país.
Aunque enero es el mes más frío del año, las temperaturas no suelen bajar de 0° por la noche.
2. Descubrir los parques nacionales
Lejos del turismo de masas, no le agobiará el calor estival mientras disfruta de los numerosos parques nacionales de la región: Cap de Creus, Els Aiguamolls, Alt Pirineu, Serra de Montsant y Delta del Erbre.
3. 3. Buceo
Puede sonar extravagante, pero bucear en esta época del año es muy divertido en la Costa Brava. Eso sí, ¡necesitarás un buen traje de neopreno!
Pero el agua no está tan fría y tendrá tiempo de sobra para admirar el fondo marino.
4. Mejore sus conocimientos culturales
El invierno es también el momento de descubrir los numerosos museos de la Costa Brava: el Museo Salvador Dalí de Figueras y Cadaqués, el Museo Naval de Lloret del Mar, el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona, el Museo Picasso de Barcelona, el Museo de Arte de Girona, el Museo de Montserrat... ¡A la Costa Brava no le faltan atractivos culturales!
5. Disfruta de las playas y calas
El invierno también es una oportunidad para (re)descubrir una región, lejos de los turistas, el ruido y el ajetreo del verano.
En la Costa Brava, hay opciones más que suficientes para pasear, relajarse, llenarse de energía y aire fresco en las playas de Portlligat, Pals, Begur, Palafrugell, Lloret del Mar, Tarragona o Blanes.
6. Descubra el interior de la Costa Brava
La Costa Brava también está llena de ciudades y pueblos con encanto.
¿Por qué no visitar Girona, con su casco antiguo y sus buenos restaurantes? ¿O Figueras, con sus plazas y museos?
La Costa Brava en invierno es el momento perfecto para desconectar y descubrir a su ritmo una región rica en cultura y con un patrimonio arquitectónico asombroso.
No dude en mimetizarse con el paisaje, mezclarse con la población local, que apreciará este "esfuerzo" por su parte, y saborear un ritmo diferente.
La Costa Brava es un gran lugar para vivir, sea cual sea la estación del año. Instalarse aquí, o comprar un pied-à-terre, significa que podrá disfrutar de todos sus atractivos cuando los visitantes de verano se marchen.
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