La Costa Brava, el litoral catalán del Mediterráneo, debe su nombre a su terreno rocoso y accidentado. Este litoral paradisíaco es un remanso de paz para turistas y lugareños, seducidos por la apacible forma de vida de esta región en la que abundan mil y un tesoros. La belleza del paisaje, con sus pueblos medievales, jardines botánicos, parques naturales, arroyos y lagos, así como la diversidad cultural y gastronómica de este gran lugar para vivir, ¡son una auténtica invitación a viajar y evadirse!
Este lugar misterioso pero acogedor combina la amabilidad y la hospitalidad con el respeto a las tradiciones, ¡que son muchas en la Costa Brava! He aquí una breve guía de todos los secretos de las tradiciones de la región.
Fiestas y tradiciones en la Costa Brava todo el año
La vida en la Costa Brava está salpicada de fiestas tradicionales que contribuyen al encanto de esta región, donde el pasado se funde con la modernidad en perfecta armonía.
- El mes de enero está marcado por las romerías y, más concretamente, por los llamados "votos del peregrino", que tienen lugar en Tossa de Mar. Estos votos son un guiño a los antiguos habitantes de Tossa, que en el siglo XV prometieron enviar cada año un peregrino a la ermita de San Sebastià para agradecer al cielo que mantuviera a raya la peste. Esta tradición se respeta escrupulosamente desde hace 500 años y forma parte integrante del folclore de la Costa Brava.
- En febrero, la región celebra sus tradiciones culinarias: la fiesta de la miel, con ferias donde lugareños y turistas pueden comprar miel artesanal. El carnaval de Castell-Platja d'Aro es también uno de los acontecimientos más espectaculares de la región.
- De mayo a junio, la naturaleza cobra protagonismo con la celebración de las flores en la Feria de las Flores de Girona, un acontecimiento popular que atrae a numeroso público. Los monumentos de la ciudad se engalanan con sus mejores galas: flores, por supuesto, pero también espectáculos de luz, agua, etc. La Fiesta de las Rosas, por su parte, celebra la gastronomía de la región con el Suquet de Roses, un plato a base de pescado y patatas. El mes de julio también ofrece un amplio abanico de eventos, desde concursos de fuegos artificiales a procesiones marítimas, todos ellos testimonio del folclore de la Costa Brava al que los lugareños están tan apegados.
Por último, pero no por ello menos importante, la temporada de invierno tampoco se queda atrás, con sus concursos de perros pastores, caravanas de época, homenajes de baile y la ineludible fiesta del árbol de Navidad en diciembre, cuando la gente acude en masa a comprar su árbol, ¡una tradición de la Costa Brava en estado puro! ¿Está pensando en mudarse a la Costa Bra va? Póngase en contacto con nuestros agentes inmobiliarios hoy mismo.
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